jueves, 22 de enero de 2009

Medios Blindado del Ejército de Chile II. De la década del 70 al 90.

En esta entrada continuamos con la segunda entrega del artículo; “Medios Blindados del Ejército de Chile” escrito por Cristian Marambio.

En esta parte, el autor repasa la historia de los medios blindados comprendida entre la década del 70 y la del 90.

A continuación el extracto del artículo:


La década de los 70 y el embargo mundial.

Los últimos años de la década del sesenta y principios de los setenta fueron de austeridad en las FF.AA chilenas y de inestabilidad política en Chile. En los sucesos políticos de esa época, las unidades blindadas del Ejército fueron activadas, operando con M-21, Sherman, M-113 y M-3 Stuar en al menos tres ocasiones. Es en 1971 que las unidades blindadas recibe, como complemento a los camiones tractores estadounidenses M-52, motrices alemanas 6x6 Mercedes Benz MB 2624 LAS con motores de 355 CV. Dentro de la política de Gobierno de la época, se gestiona un viaje a la Unión Soviética de altos oficiales de las Fuerzas Armadas, en mayo de 1973. La comitiva la encabeza el entonces comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats González, e incluye a los generales Bonilla y Benavides. Prats se entrevista con el ministro de Defensa mariscal Grechko y con el presidente del Consejo de Ministros Kosigyn, discutiéndose la entrega de material blindado y de artillería. Es en esta instancia que el Ejército muestra interés por el T-55 o, más bien, la Unión Soviética ve con interés un mercado nuevo para posicionar su material militar y generar dependencia en esta área del Continente. Más allá de las especulaciones, Chile no recibió material soviético y los T-55 fueron vendidos posteriormente a otro país iberoamericano.

El cambio de la conducción de Chile el 11 de septiembre de 1973 tiene fuertes repercusiones internacionales, que se hacen sentir en las Fuerzas Armadas, sus proveedores tradicionales y, obviamente, también en el Arma Blindada. Mientras la situación en el TON (Teatro de Operaciones Norte) se agudiza, las Fuerzas Armadas sufren la imposición de la Enmienda Kennedy, que en la práctica se traduce en un bloqueo de la venta de armas (y repuestos) impuesto por los Estados Unidos y luego la mayoría de los países proveedores regulares de sistemas. Cabe destacar que, ya en 1974, el Ejército intentaba adquirir un lote de carros de combate Leopard IA1 nuevos en Alemania, siendo su venta, por los sucesos políticos de la época, vetada. En 1975, la mayoría de las fuerzas blindadas son enviadas al TON y, en 1978, regresan a la zona centro sur y al TOA (Teatro de Operaciones Austral), formándose compañías de Tanques, Tiradores, Caza Tanques y Secciones de Ingenieros y de Exploración.

Terminada la crisis con el vecino del norte, Chile vuelve a buscar medios blindados y acorazados en el mercado y encuentra un socio estable en Brasil. Es un periodo en que la industria de defensa brasileña florece y Engesa (Engenheiros Especializados SA) lidera con sus vehículos de transporte de personal y caza tanques. Es así como, en 1975, se firma un contrato para que provea 37 EE-11 Urutu y 83 EE-9 Cascavel, además de 100 camiones EE-15 de 1,5 ton., por un total de 220 (9) vehículos. Otros 19 camiones son adquiridos por la Fuerza Aérea de Chile y 25 por Carabineros. La primera partida es entregada en 1976, incluyendo 12 Cascavel, 21 Urutu y 46 camiones. El año siguiente llegan 48 Cascavel y 54 camiones, mientras que en 1978 son otros 10 Cascavel y 10 Urutu, completándose la partida en 1979, con 13 Cascavel y 6 Urutu. En paralelo, el Ejército también adquirió semirremolques brasileños portatanques, fabricados por Biselli SA Viaturas e Equipamentos Industriais, de 30 ton., modelo S EB, además de camiones MB LA 1114/42 y vehículos 4x4 Ford U-50 (10). Las familias Urutu y Cascabel tenían en común el propulsor: un diesel Mercedes Benz OM-352. Algunos Urutus llegaron en versión ambulancia blindada.

Los Cascavel incorporados por el Ejército corresponde a la versión Mk II, con torre HD-90 más ancha, para poder acoger como armamento principal un cañón de baja presión francés DEFA D92

1/GIAT CN-90-F1 de 90/33 mm. y máximo de 2.000. Tenía una cadencia teórica máxima de 6 disparos por minuto con munición HE y HEAT, siendo la velocidad inicial del proyectil de 900 M/seg. Los nuevos vehículos dieron un impulso a la componente blindada en un momento en que Chile vivía momentos de tensión con Argentina, equipando los escuadrones de Caza Tanques y unidades de Exploración, operando muchas veces, dada la escasez de carros de combate, junto a ellos en empleos tácticos. La escasez de medios y la tensión con el vecino generan cambios en busca de maximizar los medios disponibles. Es así como se forman compañías de tanques, que incluyen 17 M-41 (3 por 5 en cada una, más uno del comandante de la Plana Mayor y otro del de la Compañía), las de tiradores 13 M-113 o M-3 Half Track (3 de 4 más uno de mando), las de caza tanques con 9 Cascavel (2 de 4, más el de mando), mientras que las secciones de Exploración despliegan 6 Cascavel.

Es en 1978 que el Ejército logra firmar un contrato con la empresa austriaca Saurer-Werk (posterioremte Steyr-Daimler-Puch) para adquirir una partida de 108 cazatanques SK-105 Kurassier y 10 recuperadores Grief, con entregas a partir de 1980. Chile paga las primeras cuotas y, sin embrago, el Gobierno de Viena echa marcha atrás y decide vetar la venta. Finalmente (la historia se repite), fueron vendidos a Argentina y luego Bolivia.

En 1980, las Fuerzas Armadas se vuelcan con Francia, país que aun mantiene relaciones abiertas con Chile. Se adquiere la licencia (11) por 3 LST Batral y la FACh incorpora los Mirage 50 además de sistemas de misiles antiaéreos Crotale. El Ejército, desde 1974, dispone de 12 piezas de artillería autopropulsadas AMX Mk F-3 (12) de 155 mm. y negocia un lote compuesto por 48 carros de combate GIAT AMX-30B y dos recuperadores AMX-30D. Tras el embarque, en 1981, de 19 AMX-30B y los recuperadores, París opta por imponer un embargo, negando la entrega del resto. Los Napoleón pasan a ser la punta de lanza de las fuerzas acorazadas chilenas a partir de ese año, operando con el Regimiento Dragones de Punta Arenas. Tenían un peso de 32 ton., disponían de un propulsor de 12 cilindros Hispano-Suiza HS-110 de 720 CV. Su armamento era de un cañón de 105 mm. CN.105.F1 L/56 no estabilizado, otro coaxial F2 Tipo M693 de 20 mm. y una ametralladora de 7,62 F1 en la cúpula del comandante.

Modernización local y el material Israelí

Al inicio de los ochenta la situación del arma blindada no es de las mejores. El material estadounidense sufre el desgaste de los años en servicio y la falta de repuestos. Los AMX-30, en número reducido, forman una unidad incompleta y también sufren la carencia de recambios. Estrictamente hablando, tan sólo la familia Engesa opera con logística completa. Es en este periodo que el Ejército decide dar nuevamente un impulso a la Caballería Blindada, adquiriendo nuevos tanques en Israel, llevando adelante un proceso de modernización de los que tiene en servicio y apoyándose en la local Industrias Cardoen para producir bajo licencia una nueva familia de blindados sobre ruedas. Es en 1981 que esta empresa la obtiene de la suiza Mowag para la fabricación del vehículo 6x6 Piraña. Se construyen dos ejemplares 4x4 a modo de prototipo y 196 6x6 en diversas versiones. De estos, 18 reciben el sistema antiaéreo israelí Ramta TCM-20, básicamente un montaje estadounidense Maxon M55 cuyas 4 Browning de 12,70 mm. fueron reemplazadas por dos afustes Oerlikon de 20 mm. además de un nuevo motor de accionamiento y miras predictoras; y otros 18 los radares de defensa de punto Elta EL/M 2106. También se distribuye la versión básica, denominada VTP, la de mortero FAMAE de 120 mm. (VTM). Posteriormente se modificarán ejemplares en ambulancias y puestos de mando, estos últimos con techo levantado. Durante un periodo corto, los Mowag 6x6 también operan con lanzadores múltiples de misiles antiaéreos Shorts Blowpipe y contracarro MBB Mamba.

Todos los Mowag 6x6 van a equipar las unidades de Tiradores Blindados de los regimientos de Caballería Blindada. En paralelo, Material de Guerra (MG) lleva adelante una serie de proyectos para modernizar el material existente. Es así como, a partir de 1980, se materializa el plan Saturno, que moderniza los 83 Cascavel y 31 Urutu. Anteriormente, en 1979, iniciaba el proyecto Neptuno de cara a los 21 M-24A1 Chafee con un nuevo motor Detroit 53T 6V diesel de 250 CV. Nueve años después, anticipándose el traslado de los Chafee de Santiago a Puerto Natales, se reemplaza su armamento principal con nuevos visores nocturnos El-Op y un cañón IMI de 60/70 mm. HVMS, apto para disparar munición APFSDS-T. El fabricante garantizaba la capacidad de perforar el blindaje de los T-55 y T-62 sobre los 1.200 m.

La incorporación de esta arma forma parte de un paquete de mayor envergadura firmado con Israel, que se inicia a finales de 1978 cuando se adquieren Sherman modernizados. La historia de estos tanques es fascinante e intrigante, mereciendo un trabajo aparte. En resumen, Israel compró los M4A2 en Italia a partir de 1949 y luego lotes significativos de M4A1, M4A4 y otras versiones en Francia, donde se les había reemplazado el motor de Chrylser por uno de Continental, que llegaron con suspensión HVSS y VVSS. A partir de 1956, el país de Oriente Medio introduce losprimeros M-50, variante modificada localmente con la ayuda de técnicos galos, que incorpora un cañón CN-75-50. Se estima que transformó un centenar, siendo todos equipados con HVSS. En 1959, la línea completa de M-50 es objeto de sustitución del Continental por un Cummins VT8-460 de 460-CV. Iniciada la década del sesenta, Israel evaluó con procupación la evolución de los tanques de sus vecinos. La incapacidad para obtener carros modernos en el extranjero provocó que se volviera a solicitar la asistencia de Francia, donde estava en pleno desarrollo el AMX-30. Es justamente el cañón de este carro de combate, debidamente modificado, el elegido. Recortado en 1,5 m. y con la adición de un enorme freno de boca, pasando a denominarse GIAT D-1504 L/44 (similar al de la frustrada compra de Kurassier) y M-51 el Sherman así equipado. Esta arma tiene un alcance efectivo de 3.000 m. La torreta T-23 se modifica y agranda en la parte trasera, recibiendo un enorme contrapeso para sostenerlo. Tanto el M-51 debidamente motorizado como el M-50 entran en servicio en 1962, permaneciendo en servicio con la reserva israelí otros 20 años, antes de ser vendidos a Chile, donde, como se verá más adelante, fueron objeto de otra modernización y del cuarto cambio de motor.

En resumen, a Chile llega un lote de 100 M-51 Super Sherman entre 1981 y 1982. Son básicamente ejemplares M4A3 dotados de cañón francés de baja presión D-1504 de 105/44 mm. no estabilizado, que dispara munición OCC-61. Incorporan también tres ametralladoras M1919A4 de 7,62. una coaxial, otra en la proa y una en la torre. Disponen de sistema de rodadura HVSS y motor diesel Cummins VT8-460. Se incluyen con ocho sistemas de desminado RKM (ex República democrática Alemana), modificado por IMI (Israel Military Industries)-Urdan de tres rodillos, a diferencia del estándar de cuatro. Sirvieron en Arica, Iquique, Antofagasta, Santiago y, durante un tiempo, en el Regimiento de Caballería Blindada Nº4 Coraceros, en Osorno.

Posteriormente, en 1988, se adquieren 45 M-50, que son entregados a finales del mismo año. Llegaron sin armamento, instalándoseles un cañón IMI 60/70 mm. HVMS en Chile, operándo sólo en el Reimiento de Caballería Blindada Vencedores. Disponen del mismo motor y armamento secundario del M-51, siendo su punto fuerte el cañon de hipervelocidad israelí. Se trata de una pieza de derivación italiana (Oto Melara) que pesa 700 Kg. y que dispara un proyectil APFSDS-T de 0,87 Kg. Dentro del nuevo paquete blindado, reciben también una partida de 20 tractocamiones Mack DM800 con motores Cummins de 350 CV y sus respectivos semiremolques, estos últimos fabricados en Israel por Netzer Sereni, siendo fieles copias de los ingleses Scamell. Además de camiones recuperadores con grúas EYAL HRV 720 (13) basados en el estadounidense M-816. Los Mack DM son asignados a las unidades del centro y Norte de Chile, mientras que una partida de tractocamiones nuevos Mercedes Benz MB 2636 AS es adquirida para suplir las necesidades de las unidades blindadas del Sur de Chile. Desarrollan 355 CV gracias al motor OM 423 V-10 de 18,273 l. y la transmisión ZF-16 S de 16 cambioes sincronizados, pudiendo remolcar hasta 65 ton. Con la llegada de estos dos modelos, se inicia la paulatina baja y venta de los camiones civiles Hino HH440 y Nissan utlizados también como tractores de plataformas porta tanques.

Es aproximadamente en 1988 que Material de Guerra lleva adelante un programa de modernización de los M-3/M-5. Se elijen 28 ejemplares, que reciben nuevos motores Detroit Diesel de cuatro cilindros y caja automática, en reemplazo del Mercedes Benz 352 instalado en 1980, y una grúa de 2,5 ton., reincorporándose en las unidades como M-3 CAM (Cuadrilla Atención Móvil). Su diseño es una extrapolación del modelo 3501 de la empresa israelí Eyal. Parte de los White M-3A1 tambien reciben el mismo motor.

Los programas destinados a mantener actualizada la componente blindad del Ejército siguen al concretarse el Proyecto T, en 1990, que apunta a reemplazar y estandarizar los propulsores de los M-51 y M-41 en ambos casos ineficientes y obsoletos. Es administrado por Material de Guerra e incluye unidades de mantenimiento y empresas privadas. Involucra el cambio de motor, revisión completa y reemplazo del sistema de tiro de 100 de los primeros y 55 de los segundos. En el M-51, se decide instalar un diesel Detroit 8V71 TA con sistema After Cooler, importados por la empresa Jaras S.A. Dada la zona en que operan (desierto de Atacama), se le adapta un radiador diseñado en Chile por Radiadores Gallardo. Se les instala un sistema de control de tiro El-Op Modelo MCZ, adaptando el simulador Simfire. Los 55 M-41 sobrevivientes reciben el mismo propulsor, que desarrolla 450 CV a 2.500 rpm, manteniendo sus preataciones básicas, pero aumentando la autonomía a 450 Km.

Mientas estos proyectos se concretan y las unidades reciben los M-51 y M-41 modernizados, la sitiuación política de Chile cambia y sus Fuerzas Armadas vuelven a encontrar libre acceso a sus proveedores tradicionales. Es así como en 1997, se logra adquirir una partida de segunda mano de AMX-30B2 ex Armee de Terre. Un primer lote se embarca en el puerto de Dunkerque al año siguiente rumbo a Punta Arenas. Posteriormente se realiza un segundo por un total de 39, que completarán la TOE del Regimiento Dragones, tras operar de forma reducida durante 16 años.

CITAS:

(9) Todos los textos de referencia daban esta cifra como el número de Cascavel en servicio en Chile, siendo el total, que incluía los camiones.

(10) La compra brasileña incluyó 25.000 fusiles IMBEL M964 FAL de 7.62 mm.

(11) Las Batral se construyeron en ASMAR-Talcahuano.

(12) Durante años, muchas publicaciones internacionales confundieron los AMX Mk F3 con el AMX-13. Este último nunca operó en Chile. Partidas sucesivas llegaron desde Bélgica.

(13) Jane’s Military Vehicles and logistics 1997-98.

(Las fraces ennegrecidas y subrrayadas son nuestras).

Entradas Relacionadas:

- “Medios blindados del Ejército de Chile I. De los inicios hasta la década del 60”.


miércoles, 14 de enero de 2009

Historia del Escuadrón de Lanchas Misileras de la Armada de Ecuador

Este año, el Escuadrón de Lanchas Misileras de la Armada de Ecuador cumplirá 33 años de existencia. La página Web de la institución, en 1999, publicó una breve reseña de la historia de este escuadrón con motivo de los 23º años de existencia.

En esta entrada trascribiré el artículo, acompañándolo de algunas fotografías que existen en Internet de estas unidades para una mayor ilustración, y de este modo conocer más de la Armada de Ecuador, tan estrechamente ligada a la nuestra.


Trascripción del texto:


El Escuadrón de Lanchas Misileras tuvo el privilegio histórico de protagonizar el avance tecnológico y estratégico más significativo de nuestra Escuadra Naval, recibiendo en sus cubiertas a Oficiales y Tripulantes que enfrentaron el desafío de una Armada más profesional.

Desde el punto de vista tecnológico, con las lanchas entramos en la era del proyectil auto- dirigido, siendo el misil el arma que revolucionó en el ámbito mundial la concepción táctica del enfrentamiento con cañones, extendiendo el brazo de acción de la fuerza de superficie y reduciendo el tiempo de combate. Incorporamos el cañón dirigido por sistemas armas computarizados y automatizados, experimentando el cambio de los viejos radares, pesados telémetros y lentos directores de tiro por el Sistema Vega, un moderno sistema de armas con tecnología electrónica digital, que reemplazó el obsoleto y compartimentado esquema mental cartesiano por una visión sistemática de integración, interdependencia y retroalimentación, logrando integrar: sus diferentes capacidades: la capacidad de detección a larga distancia con las ventajas del "track while scan", la capacidad de identificación dada por el IFF, la capacidad de enganche y traqueo automático y las varias alternativas de designación de blancos y asignación a montajes de artillería automáticos. Recordemos cómo nos impresionaba ver a la antena del radar de control de tiro moverse hacia el blanco, engancharse y luego los cañones siguiendo la misma dirección de enganche. Conocimos por primera vez la guerra electrónica pasiva, capaz de detectar señales de radares dentro del amplio espectro electromagnético. Es necesario también, resaltar la posterior modernización de las lanchas clase "Manta", transformándolas de torpederas a misileras con la ventaja de ganar una importante experiencia a nivel astilleros.

La revolución en armamento y electrónica se la debemos a las lanchas clase "Quito", sin embargo, es justo reconocer que antes de ésta, la llegada de las lanchas clase " Manta" representó una innovación en los sistemas de propulsión con la introducción de motores de alta velocidad. Por un lado experimentamos la sensación extraordinaria de navegar a más de 30 nudos y por otra parte nos llevó a adoptar una línea de mantenimiento y reparación de los motores alemanes MTU, demostrando una visión de largo plazo digna de reconocimiento que, sin lugar a dudas, ha sido nuestro mayor logro logístico debido al gran nivel de capacitación técnica alcanzado a nivel de maestranza.

Desde el punto de vista estratégico, la adquisición de las lanchas nos otorgó una importante independencia del tutelaje de los EE.UU., que frente a las tendencias tecnológicas amplió nuestra visión hacia nuevas estratégicas y tácticas de empleo de nuestra flota, cambiando temporalmente el concepto del buque de guerra de mayor permanencia al de unidades pequeñas y rápidas que causen sorpresa en el ataque al enemigo. Esta nueva concepción estratégica, obligó al mismo tiempo a una mejor capacitación técnica y operacional de nuestro personal, capacitando a las primeras dotaciones en Alemania y conformando la base fundamental de una nueva generación de Oficiales y Tripulantes que han permitido mantener la eficiencia operativa de las lanchas por casi tres décadas.

Realizada esta introducción sobre la gran incidencia de las lanchas misileras en la Armada, recordemos sus orígenes históricos:

En 1970 se firma el contrato para la construcción de tres lanchas torpederas y con el arribo al país de las tres unidades se crea la División de Torpederas, o la conocida abreviatura de DIVTOR, incorporadas en Julio de 1971, en una ceremonia realizada en la rada de Salinas, a bordo del Ex BAE " 25 de Julio" y con la presencia del entonces Presidente de la República, Dr. José María Velasco Ibarra. Las lanchas clase "Manta", tipo TNC-36, (Top Speed Navy Craft), construidas en los astilleros alemanes "FR.LURSSEN WERFT", en Bremen Vegesack., fueron denominadas LAE "Manta", "Tulcán" y "Nuevo Rocafuerte", y clasificadas como LT-21, LT-23 y LT-24 respectivamente. Construidas en 1970, sus principales características de diseño fueron: eslora de 36 mts, desplazamiento de 140 toneladas, 3 motores MTU, 2 generadores Mercedes Benz de 60 Kw y velocidad máxima de 37 nudos. Su capacidad de combate original estaba constituida por dos torpedos alemanes Gte y un lanzador de rockets de 80 mm., este armamento no satisfizo las expectativas y afortunadamente generó una fuerte motivación para que un año más tarde se decida adquirir nuevas unidades con un armamento acorde a la evolución tecnológica. Sin embargo, en su momento las lanchas clase "Manta" representaron el inicio de una nueva era de modernización de nuestra Marina de Guerra y la organización de la DIVTOR serviría de base para la futura conformación del Escuadrón.

Consciente el mando naval de la necesidad de mantener un equilibrio del poder bélico con los países vecinos, toma la decisión de modernizar la Escuadra con unidades que le permitan fortalecer su poder de combate con armamento sofisticado y, al igual que otros países de América del Sur, inicia una época de transición, firmando en Agosto de 1971 el contrato de construcción de tres lanchas misileras. En 1974, en el mismo astillero alemán, se inició la construcción de tres lanchas clase "Quito", tipo TNC-45, de 45 mts. de eslora, 268 tons. de desplazamiento, propulsadas por 4 motores MTU de 3500 HP, con 3 generadores MWM de 18 Kw y una velocidad máxima de 40 nudos. Para la detección fueron equipadas con el Sistema Vega para cumplir funciones de vigilancia de superficie y aérea, dirección de tiro y asignación de blancos a las armas; con un Detector de Radar de las bandas X, C y S; con un radar secundario IFF para identificación de unidades amigas/enemigas y con Miras Opticas para designación de emergencia. En cuanto a su armamento se instaló un Sistema ITS con 4 misiles superficie- aire MM-38 Exocet, un cañón automático de doble propósito OTOMELARA de 76/62 mm y una ametralladora antiaérea doble OERLIKON tipo GDM-A de 35 mm.

El 25 de agosto de 1976 arriba la primera unidad a Puerto Nuevo, la LAE "Quito" y a las 1550 hrs se iza por primera vez el pabellón nacional en aguas ecuatorianas, posteriormente en Febrero y Agosto de 1977 arriban las lanchas "Guayaquil" y "Cuenca" respectivamente. Con el arribo de estas unidades la DIVTOR cambia su nombre al de Comando del Escuadrón de Lanchas Rápidas, COELAR y más tarde al del Escuadrón de Lanchas Rápidas, ESCLAR. Las nuevas unidades fueron clasificadas como LM-31 y LM-33 respectivamente. El primer Comandante del Escuadrón fue el CPNV-EM Marco Guerra Veintimilla, y los primeros Comandantes fueron los entonces CPFG Thelmo Delgado Alvear de la Quito, CPNV Marco Guerra V. De la Guayaquil y CPFG Carlos Galvez Cortés de la Cuenca, quienes es justo reconocer, legaron una sendera de gloria y profesionalismo a todas las dotaciones subsiguientes.

Fotografías de las Lancha Misilera Clase “Quito” publicadas en la página de la Armada de Ecuador.


En el año de 1978 nace el proyecto "Cobra" mediante el cual en los Astilleros Navales Ecuatorianos se modifican las lanchas clase "Manta" y con asesoría israelita se las transforma en misileras, reemplazando su armamento por 4 misiles Gabriel MK-1 con su respectivo sistema de armas, basado en el radar ORION- 10ª. Al re-incorporarse a la Escuadra en 1982 la Armada cuenta ya con 6 lanchas equipadas con misiles y se les cambia de nombre por el que mantiene hasta la fecha: Escuadrón de Lanchas Misileras, ESCLAM y se reclasifica a las unidades como LM-21, LM-23. LM-24 las clase "Quito" y LM-25, LM-26 y LM-27 la “Manta”.


Fotografía de una Lancha Misilera Clase “Manta” ya trasformada en misilera. Se aprecían dos lanzadores de misiles Gabriel. Foto de Cóndor-Kfir subida al foro Perúdefensa.


Algunos de los sistemas de las lanchas clase "quito" en diferentes épocas fueron cambiados, pero no por inoperatividad sino debido a las necesidades tácticas de modernización. Se les instaló un lanzador de chaffs SRBOC, el sistema de G.E NS 9010 que reemplazó al DR-2000 y fueron cambiadas las máquinas principales por nuevos motores MTU dotándoles de una renovada energía propulsora.

En septiembre de 1998, ocurre un desafortunado incidente que origina la pérdida de la LAE "Tulcán" en el área marítima del Golfo de Guayaquil, concediéndole el destino el privilegio de mantenerse permanentemente patrullando en el mar, en una navegación sin retorno y llevándose consigo recuerdos y experiencias de una pléyade de hombres de mar que se forjaron en sus cubiertas.

Los cambios de nombre que ha tenido el Escuadrón obedecen a su constante evolución y su organización como un verdadero Escuadrón, ha sido un modelo que mantiene plenamente vigente su operatividad y un alto grado de alistamiento que le ha permitido salvaguardar nuestra soberanía y heredad territorial siempre que amenazada. Por lo tanto es justo rendir un homenaje al ESCLAM, cuando el próximo 25 de agosto de 1999 cumpla su vigésimo tercer aniversario de creación, a los cuales deberían agregarse los cinco años de existencia como División de Torpederas.

Fotografías de Lanchas Misileras Clase “Quito” publicadas como Wallpapers en la página de la Armada de Ecuador, la primera el 2008, y la segunda, el presente año.


(Las frases subrayadas y ennegrecidas son nuestras).



Complementación:

1. Luego de la pérdida de la LAE “Tulcán” en 1998, las dos unidades restantes, Lanchas Misileras “Manta” y “Nuevo Rocafuerte”, son transformadas en unidades Guardacostas en el año 2001, quedando de este modo el Escuadrón de Lanchas Misileras ESCLAM reducido a tres unidades de la clase “Quito”.

2. Las misileras clase Quito, fueron sometidas a un proceso de actualización que consistió en la modernización de su sistema de armas en los Astilleros Navales Ecuatorianos, proyecto que se denominó "ARGOS".

3. El 25 de febrero de 2008 la Armada de Ecuador había anunciado un Plan Estratégico Institucional, que consta de dos partes, una de repotenciamiento y la segunda de apoyo al desarrollo marítimo. El plan incluye fondos para la recuperación de los submarinos, la adquisición de dos fragatas Leander a Chile, la modernización de las seis corbetas clase Esmeraldas, y una inversión de 27 millones de dólares para la modernización de las lanchas misileras. Proyecto de modernización que ya se ha completado. El cambio de los motores de las misileras clase Quito a que alude el artículo se produjo entre los años 1994 y 1995.

4. Lamentablemente el plan anunciado por la Armada no incluye la reposición de las tres lanchas misileras clase Manta que ya no están en operaciones, por lo que el ESCLAM quedó reducido a sólo a tres unidades. En el mediano plazo se debería analizar la adquisición de nuevas unidades, puesto que las tres que quedan operativas ya pasaron los 30 años de servicio. El problema es que en la actualidad ya no quedan ni se están fabricando lanchas misileras pequeñas como las que opera la Armada ecuatoriana, y los diseños actuales son cada vez más grandes puesto que se les han incorporado una gran variedad de sistemas de armamentos que las asemejan más a una corbeta que a una lancha misilera, siendo su precio bastante elevado. Una posibilidad a futuro sería adquirir algunas de las actuales lanchas misileras que opera la Armada de Alemania, que son de la clase Gepard, que también espero que sean las que reemplacen a las lanchas misileras Tigre S-148 que posee la Armada de Chile.

miércoles, 7 de enero de 2009

Medios blindados del Ejército de Chile I. De los inicios hasta la década del 60.

En esta entrada iniciaré la publicación de un excelente artículo que relata la historia y desarrollo de los medios blindados en el Ejército de Chile desde las primeras adquisiciones de los Carden Lloyd Mk VI B realizadas a mediados de la década del 30, hasta la adquisición de los leopard II A4 a mediados del 2000. Es un completo estudio que entrega muchos antecedentes; desde las fechas de adquisición e incorporación, números de unidades, agrupación y distribución de los blindados, características técnicas, entre otros. Hasta la fecha, es el mejor y más completo estudio que he encontrado en Internet sobre la evolución histórica de los tanques y demás medios blindados en Chile.

El artículo, escrito por Cristian Marambio, se titula “Medios Blindados del Ejército de Chile” y fue publicado en la revista española “Fuerzas de Defensa y Seguridad”. El artículo fue subido por panzerfaust 100 al foro “Fuerzas de Defensa de la República Argentina”, de donde lo extraje. La publicación en este blog tiene por único fin dar una mayor difusión a este excelente material histórico.

Por su extensión, lo publicaré en tres partes. En la primera, aborda desde los inicios hasta la década del 60; en la segunda, se relata el complicado periodo de la década del 70 que estuvo marcada por la cuasi guerra con Perú y Argentina; y en la tercera, la actual época de renovación y modernización del arma blindada.

La razón de dividir el artículo en tres partes no se apoya solamente en su extensión, ya que de su lectura integra se puede fácilmente apreciar que en la evolución y desarrollo de los blindados en el Ejército de Chile hay tres etapas históricas claramente diferenciables. La primera, está marcada por la Segunda Guerra Mundial, que obligó al Ejército de Chile a adquirir los blindados a los Estados Unidos a lo largo de tres décadas (1940 a 1960), pese a que la intención original era adquiriros de Alemania. La segunda etapa, está comprendida por el periodo del régimen militar (1973 a 1980) que estuvo marcada por las crisis internacionales con todos nuestros vecinos (Perú, Bolivia y Argentina) donde el país estuvo a punto de enfrentar una invasión por parte de Perú y Argentina, o ambos simultáneamente e incluso, haberse sumado a ellos Bolivia, en lo que se conoce, en jerga militar, como Hipótesis Vecinal Máxima (HV-3), debiendo hacerse frente a la difícil situación en medio de un embargo internacional de armas y de un aislamiento político internacional. Finalmente, la tercera etapa, está determinada por el término del régimen militar, de los peligros vecinales y del embargo de armas. En esta etapa, el país comienza a tener un crecimiento económico sostenido en un clima de relativa estabilidad vecinal y de creciente reinserción internacional, y en tal favorable contexto es que se da inicio a un profundo proceso de modernización del Ejército sin las tensiones y privaciones del periodo anterior. Un detalle tremendamente relevante de este periodo, es que el proceso de modernización está profundamente determinado por la real posibilidad de que nuestro país enfrentara la incómoda HV-3 en la peligrosa década del 70.




No es mucho lo que se ha escrito sobre la evolución de los medios blindados del Ejército de Chile. Este trabajo, lejos de ser definitivo, recorre los medios desde su introducción en el país y aclara una serie de errores históricos repetidos hasta la fecha.



El primer blindado que prestó servicio en el Ejército de Chile resultó ser el Carden Lloyd Mk VI B, de construcción británica. Tenía una ametralladora Vickers de 0.303 pulgadas y dos tripulantes y fueron entregados en 1936 en la cantidad de cinco ejemplares. Alcanzaban los 40 km/hr., pesaban 1,5 ton. y disponían de un motor a bencina Ford de cuatro cilindros que desarrollaba 40 CV. Fueron asignados a la Escuela de Infantería en la ciudad de San Bernardo, donde operaron en funciones de trasporte de munición a las unidades de infantería. Posteriormente se trasfirieron a diversas de Ejército, terminando su carrera con Carabineros de Chile. Los últimos ejemplares fueron y dados de baja a finales de la década de los cuarenta. Uno (E-01) fue mantenido como monumento en la entonces recién formada Escuela de Blindados y luego trasladado a la ciudad de Quillota, en la actual Escuela de Caballería Blindada. Cabe destacar que otro fue equipado con una pieza contracarro M-18 de 57 mm. en un vehículo de baja, siendo confundida con una Breda de 20 mm. Esta última nunca existió en el inventario del Ejército de Chile.















A finales de la década de los treinta, el Ejército busca y estudia con interés la evolución de los blindados en Europa. Aún existe la fuerte influencia dejada por la misión prusiana (1) liderada por el general Emilio Körner y el Estado, en general, mediante fuertes y estrechas relaciones con el Reich. Es por ello que en esta fecha se concretan importantes adquisiciones de equipamiento en Alemania. Entres estas cabe mencionar, locomotoras Krupp-Henschel Tipo 90 y 100 para Ferrocarriles del Estado, aviones de Junkers para la Fuerza Aérea y el Ejército también formaliza algunos pedidos, entre ellos cascos de acero de infantería, fusiles Máuser, vehículos ligeros, piezas de artillería y blindados. La industria alemana se encuentra volcada al rearme y las necesidades del Ejército de Chile no logran ser satisfechas. Es así como los cascos Modelo 1935 no se entregaron, llegando sólo un pequeño lote de versiones similares de fibra vulcanizada, denominados Vulkanfiber además de los de acero checos Modelo 32 capturados, al igual que un número menor de vehículos ligeros 4x4 de Skoda. Las 18 piezas de artillería LFH-18 L-28 de 105 mm. tampoco son entregadas y sólo Carabineros logra recibir una partida de carabinas M-1935, fabricadas por Máuser-Werke AG, de Oberdorf. En fecha similar llegan camiones de Magiruz Deutz. Cabe destacar que buena parte de las compras realizadas en Alemania fueron pagadas con lentejas.

Hay evidencia que el Ejército solicitó información de blindados a Krupp (2), correspondiendo probablemente estos al tanque ligero Leichte Kampfwagen Ausland, diseñado para la exportación, considerado como el candidato más probable. Se trataba de un derivado del Panzer-Kampwagen I. Obviamente, con los sucesos en Europa, ningún carro de combate germano llegó a Chile. Iniciada la Segunda Guerra Mundial (SGM), el país sudamericano mantuvo una línea pro Eje, pese a haber declarado la neutralidad. Las relaciones con Alemania eran tan fuertes que, a mediados de 1940, este Gobierno ofreció al andino la venta de material capturado en Bélgica, Holanda, Checoslovaquia y Francia. Fue sólo en enero de 1943 que el entonces Presidente de la República Juan Antonio Ríos rompió relaciones con el Eje, previa coordinación con los Estados Unidos. Para este afecto, el ministro del interior chileno, Raúl Morales, se entrevistó con el presidente Franklin D. Roosevelt, presentando en la ocasión una lista de los armamentos solicitados.


Fue en septiembre de 1943 cuando la primera transferencia importante de material llegó a Chile. Es significativo destacar que, ya en 1942, había dos batallones blindados completos asignados para ser transferidos, pero la neutralidad chilena lo impedía. Esta primera partida incluyó camiones GMC CCKW (los famosos Deuce and a Half) y Studebaker, Jeep Willies MB, Dodge WC51 y WC300, motocicletas Harley Davidson e Indian. En lo que a artillería se refiere, se recibieron las primeras baterías para defensa de costa Puteaux GPF de 115/38 mm., piezas antiaéreas M1 de 37 mm. y antiblindados de 37 mm. y 57 mm. Es en esta transferencia que se recibe el primer material blindado moderno. Se trata de dos batallones compuestos por una compañía de carros ligeros y una de blindados sobre ruedas. Específicamente llegan 17 tanques livianos M-3 A1 Stuart y 12 White M-3 A1 Scout Car, que traían a remolque las piezas de 37 mm. Estos formarían, a partir del 15 de abril de 1944, los destacamentos blindados Nº 1 y 2, en Iquique y Antofagasta, respectivamente y luego la Escuela de Blindados y Mecanizados en Santiago. Terminada la (SGM) hubo dos envíos adicionales; el CL2, por 12 Stuart, y la CL30, por 18 (3). Con la llegada de este segundo lote se forma un Escuadrón de Tanques con 14 Stuart y uno de Asalto, con 15 Scout Car.

Adicional a los 47 ejemplares recibidos, se estima que una veintena más fue adquirida por el Ejército en el mercado de segunda mano, algunos sin torre y cañón. Según Arsenales de Guerra (4), en total unos 70 ejemplares llegaron a Chile. Los Stuart tenían motor radial Continental W6709A, de 242 CV, una pieza M5 de 37 mm. y tres ametralladoras M1919A4 de 7,62. Los M-3A1 sirvieron hasta la década de los setenta, llegando a tener funciones relevantes en la crisis fronteriza del Norte, en 1974 y 1976, pese a los años de servicio. En este periodo formaron unidades de Exploración Blindada en las ciudades de Arica y Calama. Respecto a los Scout Car, disponían de un motor de seis cilindros Hercules JXD y, como armamento, una ametralladora M1919A4 y una pesada Browning M2HB de 12,7 mm.



Iniciada la década de los cincuenta, el Ejército se sustentaba en los M-3A1 Stuart, los White M-3A1 Scout Car y los M-3/M-5 Half Track semiorugas. Estos últimos llegaron a partir de septiembre de 1943, pese a que dos compañías con 24 ejemplares ya habían sido asignadas a Chile un año antes. En efecto, los primeros diez ejemplares fueron M-5 fabricados por Internacional Harvester, yendo a equipar la Escuela de Blindados, pese a que, estrictamente hablando, eran tractores de artillería antiaérea de piezas de 3”. Sucesivamente fueron entregados los 24 M-3 y, finalmente, otros 10 encargados en 1953 y repuestos en servicio el año siguiente, ahora bajo los auspicios del MDAP (Military Defense Aid Program). No llegaron más de 50 ejemplares de Half Track, sólo en versiones M-3 y M-5. Los primeros utilizaban motor White 160 AX de seis cilindros.

Es gracias al PAM (Programa de Ayuda Militar) suscrito con Estados Unidos que el Ejército da su siguiente paso. En 1952 recibe suficiente material para equipar un Batallón Blindado orgánico. Se trata de 16 M-4A1E9 Sherman, uno de Ingenieros con pala Dozer M-4E9M1A1 y 3 carros de recuperación M-32, denominados localmente Panchote, siendo recibido el material a partir del año siguiente, junto a la última partida de M-3. Incluido en este lote llega también un exiguo número de vehículos 6x6 Ford M8 Greyhound, ya que, en esa fecha, los Estados Unidos transferían el material de unidades completas, por lo que en reiteradas ocasiones llegaban pequeñas cantidades de material sin línea logística, lo que se traducía en usar los medios hasta su baja por falta de repuestos. Esta parece haber sido la corta historia de los Greyhound, que no fueron más de 3 y operaron, según evidencia fotográfica, hasta 1956. Los M-4A1E9 que obtuvo Chile conformaban la compañía estándar del US Army, con tres secciones de cinco, mas una sección de mando con el restante y el Dozer. Los Sherman equiparon el Regimiento Blindado Nº2 de Antofagasta, siendo luego disgregados con parte del material enviado a la Escuela y al Regimiento Blindado Nº5 Punta Arenas. Esta transferencia también incluía un lote de carros ligeros Cadillac M-24 A1 Chaffee, que fueron trasferidos años después.

Los Sherman entregados a Chile corresponden al sufijo A1, es decir, usaban un casco y barcaza producido por fundición y su motor era un radial de aviación Continental R975 C1 de 400 CV, alimentado por gasolina de alto octanaje, a diferencia del Panchote que tenía un R974 C4. Las versiones de base contaban con una torre también fundida equipada con un cañón de 75 mm. modelo M2 o M3 de 40 calibres, dos ametralladoras M1919 de calibre .30 (instaladas una coaxial y otra en un montaje de bola en el glacis) y una M2 de calibre .50 para uso antiaéreo. Pesaba aproximadamente 30 ton. y, si bien era inferior en potencia de fuego a diversos tanques alemanes, su confiabilidad mecánica, velocidad y excelente maniobrabilidad lo convirtieron en un rival de temer. Los modelos chilenos eran híbridos reconstruidos (E9), basados en los primeros lotes de producción empleados por las formaciones blindadas en los Estados Unidos para entrenamiento y, por lo tanto, muy desgastados. Ante problemas en la línea de producción y mayores pérdidas a las esperadas en combate, fueron reconstruidos para operar en el conflicto del Pacífico. Estos trabajos contemplaron un cambio de motor y transmisión, además de la instalación de nuevo armamento.

El servicio en Chile se extendió hasta finales de los sesenta, momento en el cual ya estaban desfasados respecto a los medios de los demás países de la región. Se puede decir con seguridad que, hasta mediados de la década de los setenta, estos tanques y sus versiones eran el estándar de la región, ya que el Perú empleaba en su Ejército la variante M4A2, de casco soldado y motor diesel, y Argentina los M4A4 y M4A2 con arma de 75 mm. y la Firefly británica, dotada con un cañón de 76, 2 mm. de 60 calibres de largo. La incorporación de AMX 13, T55 y SK-105 a esas Fuerzas Armadas dejó al M4A1E9 en un estado de obsolescencia completo. Aún así, a principios de los setenta, ante la necesidad de concentrar los más modernos M-41 en el Norte de Chile, se decidió reconstruir por última vez a los M4A1E9, que permitió que los operaran otra década más. Tuvieron diversos esquemas de mimetización. Llegaron en origen en un color verde oliva con un tinte de café, típico del material norteamericano de la SGM. Al comienzo, en Chile sólo se agregó un pequeño escudo nacional en los lados del casco, con ribete blanco y un código de registro en color amarillo delante o detrás, así como el símbolo del arma.

A mediados de los cincuenta, la mayoría fueron repintados en un color amarillo café arena muy suave, manteniendo las marcas mencionadas, ya que estaban destinados a la Escuela de Blindados de Antofagasta. Tras la progresiva pérdida de operatividad del sistema, se ordena su recuperación en el mes de agosto de 1973, momento en el cual se repintan en un verde oscuro semibrillante, manteniéndose las marcas referidas, pero agregando números en amarillo en los laterales de la torre. La crisis limítrofe con el Perú, en 1975, significó que algunos fueran enviados al TON (Teatro de Operaciones Norte), situación para la que se les pintó con un nuevo mimetismo de desierto. Es en esta condición que algunos cascos descartados aún pueden ser vistos en diversas unidades y reparticiones, donde se les preservado o abandonado (5).


Es en 1963 que el Ejército de Chile da un paso relevante, cuando los Estados Unidos autorizan la transferencia de tanques M-41A1 Walker Bulldog y M-24 Chafee. Se trata de una primera partida de 17 M-41A1 y 21 de los segundos, además de tres recuperadores M-74 (6), versión modernizada del Sherman M-32 ya operativo con el Ejército, con pala Dozer y suspensión HVSS y huinche. Los nuevos medios blindados vienen también acompañados de camiones tractores M-52 de 5 ton. con semirremolques M172A2 y grúas Kaiser International M-543 (7). El M-24 era un tanque ligero de 18,4 ton., equipado con dos motores Cadillac 44T24 de ocho cilindros en V, 5670 cc y 110 CV cada uno. Estaban acoplados a una transmisión Hidramatic. Disponen de un cañón M6 de 75 mm. con 48 proyectiles y dos ametralladoras Browning M1919. Su radio de acción era de sólo 160 Km., pudiendo alcanzar hasta los 56 Km/h. Los 21 carros tuvieron un costo de 1.416.000 dólares y formarían una Compañía reforzada de cuatro secciones, más uno de mando, reemplazándose el dozer (al no existir) por un vehículo Dodge ¾ de enlace.

A su ves, el M41A1 resulta ser, para la época, un sistema avanzado. Tenían unos 15 años de uso y características a la vanguardia, considerando la amenaza de la época. Pesaban 23,5 ton. y contaban con un motor de gasolina de seis cilindros Continental AOS 895-3 de 500 CV. Su armamento estaba compuesto por un cañón M32 de 76 mm. y dos ametralladoras: una coaxial M1919A4 de .30 y una Browning M2E1HB de .50 en la torre. Su velocidad era de hasta 72 Km/h. y el alcance de 161 Km., siendo un medio simple de operar y mantener, con el cañón M32 muy eficaz con munición HVAP. Previo a su entrega, estos carros habían sido extensiva y acuciosamente reconstruidos en los Estados Unidos, llegando a Chile en abril de 1964.

Junto a la recepción de la segunda partida, ahora A3, hasta completar los 60 M-41 encargados, el Ejército también recibió la primera partida de 26 M-113 A1. Estos transportes blindados de personal (APC) tuvieron un costo de 315.000 dólares y fueron incorporados a los regimientos blindados a partir de 1969. Parte de los M-41A3 se embarcaron en Valparaíso en la LST Águila y descargados en una playa de Iquique para su posterior puesta en servicio en el ahora Regimiento Blindado Nº1 Granaderos. Además de esta segunda partida de M-41, también recibió 4 recuperadores M-578 (8). Con la incorporación de este material, el Ejército logró equipar dos unidades con 30 M-41A1 y 30 M-133A1 más dos recuperadores M-578 por unidad. Paralelamente, y como hemos comentado antes, los Sherman comenzaron a tener signos de fatiga, al igual que los M-3 Stuart, que, pese a haber sido la mayoría recibidos nuevos, ya se aproximaban a los 30 años de servicio.



Nota: Todas las imágenes provienen del archivo del autor. Las imágenes históricas son de los Archivos de la escuela de Caballería Blindada del Ejército, mientras que buena parte de las actuales fueron tomadas por el autor.


Citas:

(1) El presidente de la República, Domingo Santa María, contrata una misión alemana en 1885, que opera en Chile prácticamente hasta la I Guerra Mundial.

(2) Entre 1872 y 1901, Krupp vendió algo más de 600 piezas de artillería al Ejército de Chile.

(3) Military Aid Program to Chile, documento del Departamento de Estado de Washington.

(4) Unidad de Arsenales del Ejército de Chile.

(5) Ensayo, 75mm. Gun Medium Tank M4A1E9, de Fernando Willson L.

(6) Si bien existe documentación del Military Aid Program, el autor no logró encontrar evidencia fotográfica de su servicio en Chile.

(7) MAP to Chile, documento del Southcom de julio de 2002.

(8) El informe MAP to Chile menciona 4. Sin embargo, fuentes del Ejército hablan sólo de 2, es decir, 1 por unidad.


(Las frases ennegrecidas y subrayadas son nuestras).



COMENTARIOS:

1. Recientemente he publicado en este blog un par de artículos que analizaban la tensa década de los 70, que no sólo nos tubo al borde de la guerra con Argentina al final de la misma por la cuestión del Beagle, sino que además, durante la primera mitad de dicha década se vivió el peligro cierto de que se concretara el plan peruano de invadir a Chile en la época de la dictadura militar peruana encabezada por Velasco Alvarado. Conforme a los antecedentes que entrega el artículo, gran parte del material blindado de que disponía Chile para hacer frente a la invasión peruana fue adquirido en la década del 50 y del 60, en modestas cantidades, e incluso se debió poner en servicio a algunos llegados a principios de los 40. Desde el punto de vista del número y vigencia de los medios blindados, Chile estaba en una evidente inferioridad respecto a los de Perú, que había adquirido más de trescientos modernos –en aquella época- tanques soviéticos T-55, los que fueron adquiridos, precisamente dentro de la planificación para concretar la invasión y que fueron emplazadas en la misma frontera con Chile.

2. En la parte siguiente del artículo, el autor da cuenta de la complicada década de los 70 y de las medidas que se debieron implementar para contrarrestar de alguna forma la superioridad de medios blindados que ostentaba tanto Perú como Argentina, en un escenario de claro enfrentamiento bélico marcado por el embargo de armas impuesto por la enmienda Kennedy y a la cual se sumaron la mayoría de los países europeos, que eran los proveedores tradicionales de Chile. Sin lugar a dudas, una de las décadas más peligrosas que debió enfrentar nuestro país.

3. Otra cosa a comentar es la frustrada adquisición de blindados a Alemania, que era la opción más lógica en aquella época en consideración al proceso de prusianización del Ejército chileno. Debido a los avatares de la Segunda Guerra Mundial, tal opción no se concretó, debiendo recurrirse finalmente a los Estados Unidos para contar con los primeros tanques modernos en la década de los 40, 50 y 60. Como hoy sabemos, finalmente el Ejército de Chile lograría equiparse con tanques alemanes, pero para ello, debieron trascurrir varias décadas. Se verá en la tercera parte.



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